Historia de la literatura: plumas transgresoras

La jácara literaria Artículos publicados por Mónica Acebedo

Introducción

En esta Historia de la Literatura empezamos un nuevo capítulo con la intención de recopilar escritores y escritoras que a lo largo de la historia se han atrevido a romper patrones culturales y lo han hecho a través de sus plumas. Personas que directa o indirectamente han escrito y publicado en contra de los sistemas políticos, religiosos y sociales. Autores que deciden poner por escrito lo que pertenecía a la tradición oral; autoras que a pesar de ser mujeres y pertenecer a sistemas patriarcales, se atreven a escribir; hombres y mujeres que desafían el mandato religioso y escriben más allá de lo que deberían; gente que ha dibujado e interpretado el mundo sin importar el régimen prestablecido y cuyas obras han marcado un referente en la historia de la literatura.

Gabriela Mistral: la poeta humanista

El jurado del premio Nobel de Literatura en 1945 se refirió a la obra de Gabriela Mistral como “poesía lírica inspirada por poderosas emociones”. Fue la primera mujer latinoamericana en ganarse el Nobel de Literatura, y esa fue su primera transgresión. Pero, aparte de su prominente carrera literaria, Mistral fue cónsul de Chile en varias ciudades, como Nueva York, Madrid, Lisboa y Niza, actividad que era considerada como una ruptura con el papel femenino asignado por la conservadora sociedad chilena de principios del siglo XX. Adicionalmente, contribuyó a la educación.

Rosalía de Castro: adalid de la literatura gallega

La pluma de Rosalía de Castro fue una transgresora en varios sentidos: fue precursora del renacimiento de la literatura gallega; a partir del Romanticismo, sentó las bases de la poesía española moderna; dejó constancia de la importancia de la presencia femenina en los círculos literarios; desafió a una sociedad conservadora al no dejarse intimidar por ser hija ilegítima y se consagró como una de las escritoras más importantes del siglo XIX en España.

Eça de Queiroz: comicidad y realismo

La prosa de Eça de Queiroz es considerada como una de las más representativas de la lengua portuguesa y, un referente fundamental tanto en la literatura lusófona, como en la hispanoamericana. Su estilo se caracterizó por innovar en el lenguaje (fue un maestro de los neologismos), en el humor y sintaxis. Además, su pluma es considerada transgresora por presentar en sus escritos una crítica social, política y satírica a la clase burguesa y al clero, a través de personajes variados que dejan ver sus pasiones, sentimientos, vicios y comportamientos en un ambiente verosímil y realista.

D. H. Lawrence: el autor de las relaciones humanas y la sexualidad

El inglés David Herbert Lawrence, más conocido como D. H. Lawrence, fue uno de los escritores más transgresores y controvertidos de comienzos del siglo XX. La gran mayoría de su obra explora, de manera novedosa y moderna, temas como las relaciones humanas: “La igualdad mística se encuentra en el mundo de lo abstracto, y no en el tener y en el hacer, que, a fin de cuentas, son procesos. En las funciones y en los procesos un hombre debe estar forzosamente subordinado a otro hombre, una pieza a otra pieza. Es uno de los imperativos del ser” (“Mujeres enamoradas”). De la misma manera se expresan en sus novelas ideas sobre la sexualidad, las pasiones y el deseo. Deja ver una visión del concepto del amor y de la necesidad de integrar los aspectos intelectuales con los puramente carnales. Su prosa es disruptiva, atrevida y presenta una mirada crítica a la Revolución Industrial y sus efectos en las personas: “Los trabajadores luchaban inspirados en su pasión por la igualdad” (“Mujeres enamoradas”). Para eso utliza personajes complejos y con profundidad psicológica. Pero además sus escritos rezuman un lenguaje poético, lleno de imágenes y simbolismo.

Mary Anne Evans o George Eliot: realismo psicológico

Mary Anne Evans (1819-1880), más conocida por su seudónimo masculino, George Eliot, fue una de las escritoras más transgresoras de la literatura victoriana y una de las más relevantes en la historia de la literatura inglesa. Su obra tanto ensayística como novelística, a partir de una prosa y unos personajes dibujados con una cuidadosa mirada subjetiva y psicológica, exploró temas sociales y políticos, la situación de las mujeres en la sociedad de la época, la violencia doméstica y la marginalidad rural.

Iván Turgénev: psicología profunda y nihilismo

Iván Turgénev: psicología profunda y nihilismo

Con justa razón, Harold Bloom afirmó que Iván Turgénev era un psicólogo agudo (The bright book of life, Alfred A. Knoff, 2020, p.183). Y es que, en efecto, una de las principales características del afamado escritor ruso era la capacidad de mostrar los sentimientos y angustias de los personajes, sin necesidad de describir. Asimismo, se trató de una de las plumas más transgresoras del siglo XIX en Rusia porque logró representar adecuadamente la transformación social del momento; la forma cómo las generaciones de la tradición monárquica vieron las críticas de las nuevas; la influencia de Occidente en las tradiciones rusas y, sobre todo, la manera en la que logró presentar una diatriba a las injusticias sociales y al sistema de servidumbre.

Beatrix Potter, entre la ciencia y la literatura infantil

Beatrix Potter fue una pluma transgresora en varios sentidos: se convirtió en un referente fundamental de la literatura infantil; sus diarios agudos y puntuales fueron un legado de humor, observación y descripción; fue una artista meticulosa que combinó todas sus habilidades en una prosa memorable; y, además, una naturalista notable, que dejó registro preciso de sus investigaciones en diversas revistas científicas.

Guy de Maupassant: suspenso y naturalismo en el relato corto

El discípulo favorito de Gustave Flaubert, Guy de Maupassant (1850-1893), fue una de las plumas más transgresoras de la literatura decimonónica en Francia. Su obra se balancea entre el Realismo y el Naturalismo y, al mismo tiempo, golpea la puerta de lo fantástico y lo irracional. Precisamente esta fusión lo convierte en un escritor sumamente moderno. María José Furió se refiere a la estructura estética de su obra: “Los críticos más favorables a Maupassant destacan, precisamente, el carácter ‘luminoso’ de su prosa, la virtud transparente, fluida, de sus descripciones; lo equiparan al pintor impresionista que trata de, y consigue, transmitir el fragmento de vida, materia de su arte, mediante la vibración de la luz. En esta vibración que el artista transmite por la suma de detalles, sin necesidad de una línea continua (balzaquiana) entre ellos, nos descubre el latido de la vida”. (Lecciones de literatura universal, Cátedra, 2012, p.720).

Clorinda Matto de Turner: escritora, periodista, activista y educadora

Clorinda Matto fue una de las plumas más transgresoras y relevantes no solo de las letras peruanas, sino de la literatura latinoamericana de finales del siglo XIX y comienzos del XX. A través de su pluma se dedicó a defender los derechos de los pueblos indígenas, de las mujeres de su tiempo y a criticar las injusticias de la sociedad peruana. Fue una figura controvertida, apreciada, repudiada y, por momentos, olvidada, pero su papel fue fundamental en la historia de las letras y el periodismo peruano.

Edith Wharton: entre las letras y el diseño

La escritora neoyorquina Edith Wharton ocupa un lugar fundamental en la literatura estadounidense de finales del siglo XIX y principios del XX. Fue una mujer polifacética y, sin duda, una pluma transgresora y prolífica que se atrevió a desafiar numerosas convenciones. La reseña de The New York Times de 1905, de la novela The House of Mirth (La casa de la alegría) —la historia de la huérfana Lily Bart, soltera y que lucha por tener independencia económica— menciona que la alta sociedad de Nueva York se escandalizó y enfureció con esta novela. Afirma una de las cartas al editor del periódico que es una novela original en estilo y contenido, que retrata con precisión a la sociedad neoyorquina, pero que “el medio en el que ha situado sus dramatis personae es tan fascinante como trillado y vulgar. Si esta es una imagen verdadera de la sociedad, escrita con el arte y el conocimiento de quien se dice que es miembro de ella, ¡qué cuadro tan espantoso presenta!” (The New York Times Book Review, Clarkson Potter/Publishers, 2021, p. 61).

Bram Stoker: vampirismo y literatura

La mayoría de nosotros traemos de nuestro imaginario fantástico la historia de Drácula (1897) cada vez que se nos pregunta por vampiros. El famoso conde Drácula no solamente se convirtió en uno de los símbolos del vampirismo, sino también de la novela gótica romántica. Si bien la literatura de vampiros ha existido desde los clásicos griegos, ha pasado por la tradición oral, ha formado parte de mitos y leyendas de diferentes culturas, considero que Bram Stoker es una pluma transgresora por crear un personaje que ha traspasado las barreras del tiempo y que se ha convertido en referente de la literatura universal.

Harriet Beecher Stowe: entre el abolicionismo y el feminismo

Regresamos en este espacio al continente americano, esta vez de la mano de una escritora fundamental para las letras estadounidenses y, sin duda, una pluma sumamente transgresora. Se trata, nada menos, que de la autora de la famosa Cabaña del tío Tom (1852), una novela que expone la crueldad de la esclavitud. Cuenta Stefan Bollman en Women who Write are Dangerous (Abbeville Press, 2018, p. 74) que el mismo Abraham Lincoln se refirió a ella como una de las causantes de la guerra civil y explica que, obviamente, la afirmación de Lincoln es exagerada, pero que es indiscutible el impacto sociopolítico que tuvo la novela en el colectivo, en los años previos a una de las guerras más feroces de la historia norteamericana (la guerra de Secesión, entre 1861 y 1865)

Nikolái Gogol: el maestro de la sátira

Dice la cita con la que inicio esta reflexión que un hombre se despierta una mañana y se percata de que no tiene nariz. Al comienzo de la novela nos damos cuenta de que otro hombre encuentra esa nariz en su bolsillo. Esa es la trama de La nariz (1836), una novela irónica, realista, o mejor, surrealista, y uno de los tantos ejemplos de lo que era la prosa de Nilolái Gógol, mordaz y sumamente transgresora. Los relatos del ucraniano son urbanos; el contexto espacial es San Petersburgo (capital del imperio ruso de la época); se caracterizan por tener un trasfondo de crítica social tanto al comportamiento del colectivo como a la corrupción de las autoridades, a la burocracia, a la actitud indiferente y mercantilista de las personas que habitan la ciudad.

Mercedes Cabello de Carbonera: Positivismo y Realismo

Las tendencias de la novela realista en Europa, junto con el Naturalismo y el Positivismo, inspiraron a la peruana Mercedes Cabello de Carbonara a escribir novelas que dialogaban con el comportamiento social del momento. Se le ha atribuido ser la pionera de la novela realista en el Perú. Además, en varios de sus ensayos se perfila un discurso feminista, que resalta la defensa de los intereses nacionalistas e identitarios. Así, temas como la educación, la familia, el matrimonio, las consecuencias de la guerra, el papel de la mujer en las nuevas naciones y muchas otras temáticas sociológicas rezuman de la obra de Cabello.

Hans Christian Andersen: el maestro de los cuentos de hadas

Hans Christian Andersen se convirtió en referente fundamental de la literatura. Se trata de una pluma transgresora porque es uno de los autores más admirados e influyentes en la historia de la literatura escrita para un público infantil o juvenil en un momento en el que ni siquiera existía esa categoría. Su legado, en especial sus cuentos de hadas, ha cautivado a lectores y lectoras del mundo entero por más de dos siglos, de hecho, en nuestro imaginario infantil siempre aparece alguno de sus cuentos.

William Makepeace Thackeray, crítico de la vanidad victoriana

Son tres las razones por las que considero que el autor de la conocida novela inglesa La feria de las vanidades (Vanity Fair, 1848) es una pluma transgresora: la primera, porque William Makepeace Thackeray fue uno de los primeros autores en introducir la figura de una mujer protagonista que va en contra de lo establecido éticamente, en una sociedad moralista y sumamente juzgadora como la victoriana del siglo XIX; la segunda por su prosa mordaz, crítica y satírica de la sociedad inglesa, y, la tercera, por su vida misma, repleta de altibajos, contradicciones, pasiones sexuales y enredos amorosos.

Emily Dickinson: silencio, soledad y naturaleza

Emily Dickinson (1830-1886) fue una de las poetas más importantes de Estados Unidos de América. Escribió aproximadamente dos mil poemas, aunque la mayoría de ellos solo se publicaron después de su muerte. Su pluma se puede considerar transgresora y original por combinar en su obra diversas miradas de su contexto: la de la tradición puritana, la del Romanticismo americano, la del papel de la mujer, aquella del Modernismo e incluso una visión posmoderna de su realidad.

Mark Twain: pionero del realismo americano

Después de terminada la Guerra de Secesión (guerra civil estadounidense), Mark Twain introdujo un nuevo discurso en las letras americanas: una voz atrevida, desafiante, sonora y al mismo tiempo infantil. Se trata de una pluma transgresora y fundamental que inserta el humor, la cotidianeidad, los dichos coloquiales y, sobre todo, el folclor. Fue el pionero del realismo americano, ya que, a partir de directrices regionalistas, rompe con los esquemas del Romanticismo que todavía estaban presentes en la costa este, que aun expresaba tramas idealizadas, espirituales y sentimentales. Twain innovó con argumentos y descripciones de la vida del río Mississippi y sus alrededores y logró reunir en su obra los temas sociopolíticos del momento, como la problemática racial.

Emilia Pardo Bazán: naturalismo y feminismo

Emilia Pardo Bazán (1851-1921) es una de las plumas más transgresoras de la literatura española de finales del siglo XIX y principios del XX. Su discurso y su prosa presentan una ruptura por tres razones: la primera porque su narrativa es contestataria y querellante. Reclama al colectivo patriarcal igualdad entre hombres y mujeres en las esferas social, cultural y política. La segunda, porque abanderó en España el movimiento naturalista instaurado por Émile Zola en Francia (uno de sus ensayos principales, “La cuestión palpitante” (1882) es sobre este autor y su tendencia narratológica). La última, porque se atrevió a desafiar las exigentes convenciones sociales y morales de la época con su divorcio y su vida romántica posterior.

Joseph Conrad: el autor de lo insólito

Joseph Conrad es considerado uno de los autores más relevantes de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Su pluma es transgresora y novedosa, en especial, por la forma como logra yuxtaponer cuestiones sociológicas como el colonialismo, los enfrentamientos culturales y el paisaje exótico con asuntos personales, morales y éticos: el miedo, la culpa y el hambre de poder.