Nuestra piel muerta
Natalia García Freire
La primera novela de la ecuatoriana Natalia García Freire ha sido un éxito desde su publicación, por parte de la editorial española La Navaja Suiza, en octubre de 2019. Desde entonces ha habido varias ediciones. En Colombia se lanzó durante la Feria del libro de Bogotá en una nueva edición con el sello TusQuets. El New York Times lo consideró uno de los mejores libros escritos en español en el 2019.
La novela está dedicada a “nuestro gato. El narrador es Lucas, un hombre (niño) a partir de una prosa sentida y muy personal, en un juego entre pasado y presente en la cual relata su regreso a una casa que ya no le pertenece ye en cuyos jardines está enterrado su padre. Así empieza la novela: «No creo que mi difunto padre me esté observando». Pronto intuimos que fue un padre déspota del que Lucas huyó porque unos seres extraños invadieron su casa y porque su padre aisló forzosamente a su madre, que hacía que los jardines fueran hermosos. La trama no se desvela en detalle, sino que poco a poco la vamos interpretando. Linda novela, prosa impecable.
La sinopsis de la editorial en la contra cartátula es la siguiente:
«¿Cómo se denomina al que regresa?», se pregunta Lucas cuando vuelve a su casa, donde ahora viven dos desconocidos: Felisberto y Eloy. El regreso es una larga conversación con su padre muerto, un reproche, una invocación, una súplica. Su madre fue enviada lejos hace ya tiempo y en el jardín que tanto amaba ahora solo crece la mala hierba. Ellos están ahí, viven con Sarai, Noah y Mara, las mujeres que lo criaron y que ahora, como todo lo que está dentro de la casa, les pertenecen. Contra su voluntad, Lucas se convierte en el testigo del derrumbe de lo que un día fue el pilar y refugio de su infancia: los cimientos y las paredes se desmoronan, los rincones acumulan podredumbre, la oscuridad todo lo cubre Pero es esa oscuridad la que conduce a Lucas hacia el mundo subterráneo que ha sobrevivido a la invasión: el mundo de los insectos.
Nuestra piel muerta explora ese mundo ínfimo, más perfecto que el humano y más sagrado que Dios, y para ello se sirve de un acusado tono lírico y una estructura que va atando los recuerdos del protagonista con el momento presente como si de una telaraña se tratase, en cuyo centro se encuentran preguntas y reflexiones sobre el mal, la enfermedad, la muerte y la locura. ¿Llama la descomposición a la vida o al fin de esta? ¿Dónde se encuentra lo divino? ¿El milagro es la cordura o la enajenación?