El conde de Montecristo
Alexandre Dumas
1844
Bouquins, 1993
Esta novela de Alexandre Dumas, que se empezó a publicar en 1844, es una de las que me aficionó a la literatura en mi temprana juventud. Unos años después la volví a leer y recuerdo haberla disfrutado de la misma manera. Acabo de terminarla por tercera vez y me gustó todavía más.
Se trata de un texto de aventuras entretenido y dinámico que cabalga entre el Romanticismo y el Realismo francés de mediados del siglo XIX, en uno de los momentos políticos más apasionantes de la historia de Francia que se debatía entre la restauración de la monarquía y el regreso de Napoleón. Edmond Dantés, el protagonista inspirado en Pierre Picaud, es injustamente arrestado por conspirar contra el rey de Francia por ser portador de una carta que anunciaba el regreso de Napoleón.
El marinero Dantés es víctima de los celos, las intrigas y la envidia. Es recluido en una cárcel y nunca se le somete a juicio alguno. Luego conoce a abate Faria, otro prisionero que está también recluido en otra celda, que lo instruye en todo tipo de conocimientos y datos importantes que le permitirán acceder a un tesoro, si eventualmente logra salir de la prisión.
Después de muchos años, Dantés sale de prisión y se convierte en un poderoso conde. Se dirige a París, donde ahora viven todos aquellos que contribuyeron a la privación injusta de su libertad. Su intención es vengarse de cada uno de ellos.
Si bien es una novela de aventuras y suspenso se filtran sucesos políticos, económicos, históricos y se deja ver un retrato de la sociedad parisina de la época. Nos enfrentamos a tópicos románticos como el suicido para evitar el deshonor o por la pérdida del ser amado; a duelos que propenden por la reparación del honor y muchos más temas como el perdón, la venganza, la religión, el destino… No pude parar de leer las 1204 páginas de la Edición Bouquins de 1993 a pesar de ser la tercera vez.
¡Si no lo han leído, no lo duden!