Rafik Schami
Salamandra, mayo de 2016
Calificación: 4,2/5
Se trata de una novela que de alguna manera proyecta la vida del autor y sus peripecias de exiliado durante la dictadura siria. Narrada casi toda en tercera persona (salvo un buen logrado monólogo de una de las mujeres de la novela: Sofía) bajo las perspectivas de dos personajes principales: Salman y Karim.
Salman decide regresar a Damasco después de veinte años de exilio en Alemania y en Italia. El riego es muy alto ya que cuando emigró estaba acusado de delitos políticos.
El hilo conductor de la novela es la aventura de retorno de Salman a Damasco. Esta odisea transcurre en cinco semanas. Sin embargo, el autor inserta las historias presentes y pasadas de varios de los personajes de la novela, para entregar al lector una pintura de la vida siria, de la problemática de la coexistencia de las diferentes religiones, razas y culturas del mundo árabe.
Además, se entrelaza con una especie de novela de aventura que dialoga con pensamientos y reflexiones sobre el amor, la infedilidad, el exilio, la amistad, la maternidad y la paternidad.
La lectura fluye y es entretenida, aunque en ocasiones (pocas) se detiene en reflexiones obvias y clichés traqueados; el recurso narrativo de varias historias y tiempos paralelos es bien hecho, ya que logra insertar al lector en los diferentes puntos de vista; la trama y los personajes están bien descritos y través de sus acciones el lector logra entender la complejidad sicológica de cada uno.
Deja una profunda reflexión sobre la ridiculez y exceso de las posturas religiosas, las dictaduras y el exilio. La novela es también una interesante pintura costumbrista de Damasco.