La casa grande
Álvaro Cedepa Samudio
1962
La casa grande, publicada por primera vez en 1962 es un clásico colombiano imperdible. Leer la novela es una experiencia de lectura emocionante, pero releerla es toda una aventura que cabalga entre forma y contenido. La trama central gira alrededor de la matanza de las bananeras, un hecho que marco la historia de Colombia en 1928. Sin embargo, la novela va mucho más allá del suceso histórico ya que lo yuxtapone en un ambiente familiar que refleja la situación sociopolítica de la Ciénaga, Magdalena en la época.
Unos militares obligados por el gobierno a disparar a un grupo de huelguistas que reclaman derechos a la compañía bananera; una casa donde vive una familia controlada por un padre dominante; abusos, incestos, violencia, historia social y política se perfilan en esta novela, narrada a partir de fragmentos, desde diferentes voces narrativas y perspectivas. Cepeda Samudio es, sin duda, uno de los autores colombianos que dieron origen al boom latinoamericano. Vale la pena buscarla en la biblioteca de la casa y releerla. En cuanto a ediciones nuevas recomiendo esta bonita edición española de La navaja suiza de 2017.
Sinopsis de la editorial La navaja suiza
La casa grande es el relato de la masacre de las bananeras, ocurrida en Colombia en 1928, un crimen perpetrado por el propio gobierno colombiano, que ordenó ajusticiar a los jornaleros que trabajaban en los campos de bananas y que se habían declarado en huelga, en contra de las condiciones de trabajo impuestas por la United Fruit Company. En paralelo, la historia de la familia que habita en La Gabriela, la casa grande, en la que cada miembro de la familia –el Padre, la Hermana, el Hermano– encontrará un destino irrevocable.
Cepeda Samudio apostó por la innovación. Incorporó nuevas técnicas a la escritura y su estilo se vio influido por el de algunos autores estadounidenses a los que él mismo tradujo, como William Faulkner o Truman Capote. La propuesta de Cepeda no es solo literaria sino también un ejercicio de denuncia de un episodio deplorable de la historia colombiana, una muestra de que en este mundo la justicia no existe, sino las leyes, y por encima de estas, el poder. Para ello, Cepeda construye un collage en el que se combinan ágiles diálogos, narraciones en boca de diferentes personajes, documentos oficiales, decretos, recuerdos, fragmentos de corriente de conciencia y descripciones del contexto previo a la masacre.