Los nombres de Feliza

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Los nombres de Feliza

Juan Gabriel Vásquez

Alfaguara, 2024

Nuevamente Juan Gabriel Vásquez acude a su juego meta literario y a la función de la novela para narrar algunos aspectos de la vida de Feliza Bursztyn. El esquema en el que su experiencia (o la de un narrador que se confunde con el autor) dialoga con los hechos novelescos (lo mismo que La forma de las ruinas o Volver la vista atrás).

Él mismo, como autor y narrador, se convierte en personaje a partir de un “yo” que recuerda en sus épocas de estudiante doctoral en París, a finales de los años noventa, cuando leyó una de las columnas de Gabriel García Márquez del País en 1982, que decía que la artista había muerto de tristeza. El último día de la vida de Feliza junto con su esposo Pablo sirve de marco e hilo conductor de la trama que va y viene en el tiempo. Con este aparato narratológico construye algunos aspectos de la vida de Feliza Bursztyn y de paso retrata una de las épocas más importantes de la historia del arte en Colombia. Se trata de un juego entre hechos conocidos por el colectivo. El mundo del arte, la historia política, entrevistas a la artista y personas cercanas le sirven al autor para armar sucesos y situaciones que rodearon la vida de Feliza.

Reseña de la editorial:

El 8 de enero de 1982, la escultora colombiana Feliza Bursztyn murió en un restaurante de París. Tenía cuarenta y ocho años. En el momento de su muerte repentina la acompañaban su marido y cuatro amigos. Uno de ellos, el escritor Gabriel García Márquez, publicó días después un artículo que incluía tres palabras en apariencia simples, pero misteriosas en el fondo: «Murió de tristeza».

Juan Gabriel Vásquez parte de esas palabras para investigar en la vida secreta o desconocida de una mujer extraordinaria. Feliza Bursztyn se enfrentó siempre a la sociedad en la que le tocó vivir. Hija de una pareja de judíos expatriados en Colombia, artista revolucionaria en un tiempo de revoluciones políticas, mujer de espíritu libre en un mundo que desconfiaba de la libertad de las mujeres, llevó una existencia que puso en escena las grandes tensiones del siglo XX y, sobre todo, el deseo de ser dueña de sí misma.

En Los nombres de Feliza el autor funde con maestría la autobiografía, la realidad y la imaginación para entregar al lector una ficción asombrosa y desgarradora sobre cómo la vida íntima de un ser humano se ve inevitablemente arrollada por las fuerzas de la historia y la política.

#Reseña

 

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